Páginas

lunes, 7 de mayo de 2012

Reglas de oro de Steve Buscemi


 
1. Pregúntate a ti mismo, “¿Estoy seguro de que quiero hacer esta peli?” Pregúntate entonces, “¿Por qué?” Un buen modo de responder es, “¿Estoy loco?”.

2. El guión lo es todo –una cosa viviente que necesita respirar, alimentarse y crecer. Preocúpate por tu guión.

3. Como Abel Ferrara dijo una vez, “Un guión no es una peli”. De acuerdo, puede que el guión no lo sea todo. Pero es un buen comienzo.

4. No es mala idea hacer un corto antes de emprender un largometraje. Pero no lo consideres como tu “tarjeta de presentación cinematográfica”. Naturalmente puede convertirse en eso, pero tu tarjeta de presentación debería ser tu primera película, la primera. Haz la película que quieras hacer –no la que piensas que impresionaría a tus inversores.

5. Sé consciente: buscar financiación para tu largometraje puede implicar un esfuerzo agotador. Quizá te encuentres a ti mismo en una sala aséptica, arrojándole tu película a un agrio ejecutivo y soltando desesperadamente cosas tan estúpidas como, “Bueno, ya sabes, es como una mezcla entre Leaving Las Vegas y Barfly”.

6. Dos películas no deben mezclarse nunca la una con la otra.

7. Vale, no me jodas, mientras escribo esto, me llama mi agente para decirme que está fraguándose una “situación” que, posiblemente, dará al traste con la financiación de la actual película que tengo previsto dirigir –un remake de la película de Theo Van Gogh, Interview. Ya perdimos la financiación holandesa inicial hace unas pocas semanas y entonces proyecté empezar a rodar en unos quince días. Esto ya ocurrió dos años atrás con mi anterior película, Lonesome Jim. Nos quedamos sin contrato de estudio pasadas once horas. Afortunadamente, InDigEnt, ubicada en Nueva York, compañía de cine en Mini-DV, vino a nuestro rescate. El presupuesto bajaba de 3 millones de dólares a 500.000 y el programa de rodaje de 30 días se redujo a 17, pero fuimos capaces de hacer la película que queríamos hacer. La financiación nunca llega así por las buenas. Trees Lounge necesitó sus cinco años para abrirse camino y mi segunda película, Animal Factory, basada en el gran libro de Eddie Bunker, llevó tres años. ¿Qué? ¿Nunca habías oído hablar de la película Animal Factory?

8. Intenta hacerte con un buen contrato de distribución.

9.
El número 9 me hace pensar en John Lennon. Si hay algún negocio que sea tal vez más desafiante y alocado que el de las pelis, ese es el de la industria musical. Y, a pesar de todo esto, hay algo que inspira el trabajo de artistas como John Lennon, Joe Strummer, Nina Simone, Thelonious Monk y tantos otros. Lo mismo ocurre en el cine. Sé que John Cassavetes no lo tuvo fácil. ¿Buster Keaton? Es el amor por su oficio, y no el hecho de abrir la taquilla los fines de semana, lo que le hizo continuar. Cada vez que me vengo abajo, pienso en alguno de los grandes y en sus luchas contras todas las eventualidades, oponiendo una dura resistencia al comercio y la mediocridad, lo cual me da fuerzas.

10. Busca el archivo que enumera las reglas (o no-reglas) de Jim Jarmusch.  Él nunca ha hecho una película sin poner en ella todo el alma y todo el corazón – ¡y es capaz de ganarse la vida haciendo pelis! Yo admiro a cualquier director que se gane la vida únicamente dirigiendo. Soy lo bastante afortunado como para percibir un salario decente haciendo ocasionalmente de psicópata en las pelis de otra gente, permitiéndome el lujo de no tener que depender de las pelis que dirijo para poner comida en la mesa. Especialmente admiro a directores independientes como Tom DiCillo y Alexandre Rockwell, que nunca dejan de intentar crear su propio estilo.

11. Deja a la gente hacer su trabajo. Phil Parmet, mi amigo y cineasta, me lo dijo una vez. “Si das a tu equipo la responsabilidad y la oportunidad para que den lo mejor de sí, y si aprecias sus esfuerzos, tu película sólo podrá beneficiarse de su colaboración”. Contrata a los mejores para cumplir con las exigencias de tu película, y a continuación confía en su trabajo.

12. Si la escena que estás por rodar es controvertida, tómate el tiempo que necesites para diseñarla. Puede que esto signifique desalojar del plató al equipo de modo que te quedes a solas con los actores. En ocasiones los instintos orgánicos de los actores pueden resolver un problema en bloqueo o un guión problemático. Pero no siempre. En cualquier caso, déjate sorprender por tus actores.

13. En realidad, no tengo regla número 13, que es precisamente mi número de la suerte. Supongo que si tuviera que llegar hasta una regla número 13 ésta sería: “Rómpete una pierna.  Y no seas supersticioso”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario